En los paseos por la sabana nos acompañan unas cuantas aves que prefieren andar sobre sus dos patas antes que volar; nos referimos a las avestruces, los calaos y las avutardas. Ninguna de ellas presenta un aspecto tan curioso como este secretario (Sagittarius serpentarius), que con esta cola negra y este cuerpo gris recuerda el atuendo de los funcionarios, o quizás las plumas negras de su cresta se utilizaron para la escritura, o tal vez su nombre provenga de la palabra árabe saqr-et-tair (pájaro cazador). Anda casi siempre con su pareja en busca de las serpientes que pisa con sus patas haciendo un ruido que recuerda al sonido que se produce al tecletear una antigua máquina de escribir. Sin duda esta especie, endémica de África merece una mención especial.